Essay
James Thurber

James Thurber

Jaime Perales Contreras

James Thurber nació en 1894 en Columbus Ohio y murió en Nueva York en 1961. Este autor norteamericano ha sido calificado como uno de los grandes humoristas de ficción, tal vez el único,  de su generación entre los que destacan Ernest Hemingway, William Faulkner y Francis Scott Fitzgerald.

Segùn cuenta George Plimpton, de The Paris Review, a diferencia de sus personajes diminutos e insignificantes, James Thurber fue un hombre descomunalmente alto y de ademanes firmes y seguros. Aceptó con simpatía y estoicismo, como Joyce y Borges, la pérdida paulatina de su vista. La mayoría de su trabajo narrativo y gráfico fue publicado en la revista The New Yorker.james-thurberjpg-f6023f7be54aca27

La obra de Thurber ha sido calificada como de las más graciosas de la literatura contemporánea. Su colección de textos, se podría decir, es un zoológico desprovisto de jaulas, en donde los humanos y los animales no logran distinguirse claramente. En sus cuentos y caricaturas uno se tropieza con pescados con oídos, perros con insomnio, gatos egocéntricos delirantes en grandeza y esposos que, de manera distraída, hallan por casualidad un unicornio en su patio trasero.

El trabajo de Thurber se puede describir también, en cierta manera, de contener una tierna misoginia. Las mujeres dibujadas por James Thurber, en muchas ocasiones, son retratadas como robustas y desagradables amazonas que someten y castigan a sus débiles esposos.

Según el escritor E.B. White, en los dibujos de Thurber no sólo se puede encontrar el gran tema del amor y de las confusiones que este provoca, sino también de las extrañas y adorables incompatibilidades entre ambos sexos. Con respecto a esto, se puede recordar la famosa disputa que hubo en The New Yorker entre Harold Ross, el fundador de la revista, y James Thurber sobre  el dibujo de una mujer que se encontraba reposando sobre un librero como un elegante trofeo de cacería. –La disputa entre Ross y Thurber, por cierto, no fue tanto si era o no correcto dibujar a una mujer disecada en The New Yorker, sino si era posible disecar a una mujer en la vida real–

El propio E.B. White, autor Los elementos del estilo (The Elements of Style), describió que Thurber tuvo que luchar ferozmente, en sus inicios como escritor, a aprender a escribir correctamente en inglés. Esto llevaría a James Thurber a crear, como catarsis gramatical, una Guía en lengua inglesa para damas y caballeros.

screenshot056La vida secreta de Walter Mitty (1939) es probablemente el cuento más famoso de James Thurber. El texto apareció por primera ocasión en la revista The New Yorker del 18 de marzo de 1939 y ha sido considerado una obra maestra. Walter Mitty es un pequeño y curioso personaje que se pasa la vida fantaseando y soñando aventuras para escapar del aburrimiento de la vida cotidiana.

Hubo tres películas inspiradas en La vida secreta de Walter Mitty. La primera fue protagonizada por Danny Kaye en 1947, basada de  manera muy tímida en el texto de Thurber, la segunda titulada La guerra entre los hombres y las mujeres (1972), delicioso filme que relata parcialmente la biografía del autor con las ocurrencias que genera el relato de Thurber, en el cual Jack Lemon tuvo el rol principal  y, finalmente, una versión fílmica dirigida por el comediante Ben Stiller, estrenada en el 2013.

James Thurber, asimismo, defensor de una postura mundial pacifista, escribió un admirable texto antibélico titulado, La última flor (1939), cuya animación se presentó al final de la película La guerra entre los hombres y las mujeres.

A pesar del tiempo que ha pasado desde que James Thurber murió, su obra es todavía poco conocida en lengua española, escritores como Julio Cortàzar, Augusto Monterroso y Jorge Ibarguengoitia han tenido en algunos de sus  relatos y ensayos una feliz y agradable influencia.

De hecho, James Thurber ha ejercido una sorprendente serie de influencias, entre las que destacan la de Chuck Jones, uno de los creadores de Bugs Bunny, principalmente sus dos caricaturas Boyhood Daze (1952) y From A to Z-Z-Z-Z (1954), y Charles M. Schulz, autor de Charlie Brown.

Por cierto, ¿quién no recuerda aquellas mortales batallas entre Snoopy y El baron rojo? Esas peleas que se encuentran en la imaginación del perrito, en realidad, no fueron proyectadas por este célebre beagle, sino por un pariente lejano llamado Walter Mitty cuyo autor se llama, sin ínfulas ni pedanterías de ningún estilo, James Grover Thurber.


Posted: July 7, 2014 at 3:48 pm

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